La comunicación es el arte de transmitir ideas, emociones y valores. Es una habilidad que admiro y que practico. Por eso, me fijo en los mejores comunicadores, aquellos que saben conectar con su público, persuadirlo y sorprenderlo. Dos de ellos son José Mourinho e Isabel Díaz Ayuso. Ambos son líderes que no se conforman con lo establecido y que me seducen con su forma de hablar y de actuar. Son dos maestros de la comunicación que comparten muchas virtudes.

El fútbol es mi pasión desde que nací. Una de mis mayores alegrías es el Real Madrid, al que pertenezco como socio y abonado desde hace casi 30 años. Hace varias temporadas, la llegada de José Mourinho a mi equipo me impactó como nunca me había ocurrido con otro entrenador. Me fascinaba su visión del fútbol, su carácter indomable y, sobre todo, su manera de comunicar y de plantar cara a los rivales. Decidí expresar mi admiración y apoyo al técnico portugués en una cuenta de Twitter que alcanzó más de 20.000 seguidores y que se hacía viral con cada rueda de prensa, repleta de frases ingeniosas y desafiantes.

Años después, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, me cautivó de la misma forma. No la conocía mucho, pero me impresionó su discurso. Era distinto, valiente, sincero y sin complejos. Me recordó en muchos aspectos a Mourinho, tenía un estilo propio que no se dejaba influir por lo que decían los demás y defendía sus ideas con firmeza. Por ello, tiempo después decidí crear una cuenta en su apoyo y seguir su actualidad, que siempre me resultaba interesante.

Así fue como me convertí en un fan de Mourinho y Ayuso, dos líderes que desafían al poder establecido y que tienen mucho en común. Ambos nos han enseñado que hay que ser fiel a uno mismo y que no hay que tener miedo a expresar lo que se piensa. Creo que son dos ejemplos de cómo se puede triunfar en la vida con trabajo, talento y carisma.

El fútbol y la política son dos ámbitos que despiertan pasiones, debates y polémicas. En este artículo, vamos a analizar el caso de dos líderes que han destacado en sus respectivos campos por su carisma, su capacidad de movilizar a sus seguidores y su desafío al discurso dominante: José Mourinho e Isabel Díaz Ayuso.

Éxito de Mourinho y Ayuso

José Mourinho es uno de los entrenadores más exitosos y reconocidos del mundo del fútbol. Ha dirigido a algunos de los mejores equipos de Europa, como el Oporto, el Chelsea, el Inter de Milán, el Real Madrid y el Manchester United. Su palmarés incluye dos Ligas de Campeones, además de otros trofeos europeos, ligas y copas nacionales. Su versión prime como entrenador, a la que me refiero en este texto, no dejó indiferente a nadie. 

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid desde 2019, es la líder del PP en la región y, sin ninguna duda, la política más influyente de España. En mayo de 2023, arrasó en las elecciones autonómicas con el 47% de los votos y 71 escaños, el mejor resultado del PP en años. Su modelo de libertad para gestionar la pandemia y relanzar la economía de Madrid, sumado a su incansable lucha por defender a los madrileños de las políticas ruinosas del gobierno de Pedro Sánchez, obtuvo el respaldo mayoritario de los ciudadanos.

Tanto Mourinho como Ayuso han logrado transformar a sus respectivas organizaciones y llevarlas a un nivel superior. Mourinho rescató al Real Madrid de un estancamiento deportivo, alcanzando las semifinales de la Liga de Campeones durante cuatro años consecutivos, algo que no había logrado desde hacía una década. Además, consiguió romper la hegemonía del Barcelona de Pep Guardiola, ganando la Liga con 100 puntos y 121 goles en la temporada 2011-2012. Todo ello en un contexto en el que, años después, hemos sabido que el club azulgrana pagó siete millones de euros al vicepresidente de los árbitros, Enríquez Negreira.

Ayuso, por su parte, ha revitalizado al Partido Popular, que había sufrido un duro revés en las elecciones generales de 2019, quedando por detrás del PSOE y de Vox. Su triunfo en Madrid en las elecciones del 4 de mayo del 2022 evitó, en palabras de Alberto Núñez Feijóo, “una bola de partido contra el PP de España cuando arrasó contra todos y contra todo”. Un efecto contagio a nivel nacional para que el PP resurgiera en las encuestas y acabara ganando las elecciones por delante del PSOE, aunque posteriormente no pudo formar Gobierno.

«Isabel Díaz Ayuso ha salvado una bola de partido contra el PP de España cuando arrasó contra todos y contra todo».

Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular.

Elevación a la categoría de héroes

El éxito de Mourinho y Ayuso no solo se refleja en los resultados, sino también en la percepción que tienen sus seguidores. Ambos líderes se han convertido en figuras heroicas, capaces de inspirar y movilizar a sus bases. Esta elevación a la categoría de héroes se sustenta en una narrativa de defensa de unos valores por los que no dudan en exponerse para defender a las instituciones que representan. En el caso de Mourinho, su principal rival fue Pep Guardiola, el entrenador del Barcelona, que representaba un estilo de juego y una filosofía diferentes a las suyas. Sus duelos en el campo y en las ruedas de prensa fueron épicos y generaron una gran expectación mediática.

En el caso de Ayuso, su antagonista fue Pablo Iglesias, que dejó la vicepresidencia del Gobierno para ser el candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Iglesias representaba un proyecto político y social opuesto al de Ayuso, basado en el intervencionismo, el populismo y el nacionalismo. Ayuso se alzó como la defensora de la libertad, frente al totalitarismo de Iglesias. Sus enfrentamientos en los debates y en las redes sociales fueron intensos y generaron una gran identificación con la presidenta en toda España.

Esta narrativa de héroes y villanos ha fortalecido la conexión emocional entre Mourinho y Ayuso y sus seguidores, que se sienten identificados con sus causas y sus discursos. Además, ha provocado un efecto de rechazo hacia sus adversarios, que son vistos como los enemigos a derrotar. Asimismo, ha convertido a Ayuso en la mejor oposición contra Pedro Sánchez, al que ha criticado duramente por su gestión de la pandemia, su pacto con los independentistas y su falta de lealtad con Madrid, entre otros temas. 

Desafío al discurso moralista

Otro rasgo común entre Mourinho y Ayuso es su capacidad para desafiar al discurso moralista que pretende imponer una única forma de pensar y de actuar. Tanto en el fútbol como en la política, existen unas normas establecidas que se consideran las correctas y las superiores, y que obedecen a unos principios éticos y estéticos. Sin embargo, Mourinho y Ayuso no se conforman con seguir esas normas, sino que las cuestionan y las rompen, buscando su propia forma de expresarse y de liderar.

En el terreno de juego, el enfoque táctico de Mourinho se aleja del convencional tiqui-taca, que se basa en el dominio de la posesión y el juego de toque. Mourinho prefiere un estilo más directo, basado en la velocidad, la verticalidad y la solvencia defensiva. Su objetivo es ganar, no gustar. Su filosofía es pragmática, no dogmática. Su método es adaptativo, no rígido.

En el ámbito político, el enfoque de Ayuso difiere del consenso progresista. Ayuso prefiere una gestión más flexible, basada en la apertura de la economía, el respaldo a los sectores productivos y la autonomía fiscal. Su objetivo es prosperar, no conformarse. Su filosofía es liberal, no colectivista. Su método es innovador, no conservador.

Este desafío al discurso moralista ha generado polémica y ataques, especialmente a través de campañas mediáticas en su contra. Mourinho y Ayuso han sido criticados de arrogantes, provocadores e irresponsables. Han sido acusados de ser antideportivos, antidemocráticos y anticientíficos. Han sido tachados de ser populistas, extremistas y negacionistas.

Consecuencias de bajar al barro

El enfrentamiento contra las críticas y las campañas en su contra ha obligado a Mourinho y Ayuso a afrontar situaciones difíciles y tensas, que han puesto a prueba su carácter y su resistencia. Ambos líderes han tenido que bajar al barro, es decir, entrar en el juego sucio de sus rivales, utilizando argumentos contundentes para defenderse y contraatacar.

Esta actitud de bajar al barro ha tenido consecuencias positivas y negativas para Mourinho y Ayuso. Por un lado, ha reforzado su imagen de valientes y de luchadores, que no se dejan intimidar ni manipular por nadie. Por otro lado, ha servido como munición en su contra. En algunos casos, el nivel de confrontación ha llegado a extremos inaceptables. Ambos han sido objetivo común del grupo Prisa, desde donde se ha llegado a extremos tan inaceptables como referirse a ellos como nazis. En agosto de 2011, el crítico de cine del diario El País, Carlos Boyero, se despachó contra Mourinho en una charla digital con estas palabras: «Mourinho es un individuo muy peligroso. Y conoce la metodología para sacar lo peor de la gente. Efectivamente, el fútbol puede ser un deporte practicado mayoritariamente por hombres. No por bestias. Es lo que pretende el nazi portugués». Por su parte, el profesor de la Universidad Complutense, Gonzalo Velasco, se refirió a Ayuso en el programa ‘Hoy por hoy’ de la Cadena Ser como estalinista y nazi.

Sin embargo, estas adversidades no han supuesto un obstáculo para Mourinho y Ayuso, sino más bien un estímulo. Ambos líderes han sabido aprovechar estas situaciones para convertirlas en un respaldo más sólido, especialmente en las redes sociales, donde cuentan con miles de seguidores que les defienden y apoyan. Me atacas, me crezco. Tratas de difamarme llamándome facha en una canción, te la bailo y desmonto tu discurso. 

Fenómeno social en redes

El respaldo masivo que recibió Mourinho durante su paso por el Real Madrid y que actualmente tiene Ayuso en las redes sociales no es casual, sino que responde a un fenómeno social en evolución, que refleja los cambios que se están produciendo en la sociedad. Miles de cuentas de apoyo, memes, vídeos y hashtags reflejan la construcción de una comunidad en línea en torno a sus liderazgos, que trasciende los límites del fútbol y la política.

Este fenómeno social tiene varias características que lo hacen interesante y relevante. Por un lado, muestra la capacidad de Ayuso para conectar con las nuevas generaciones, que utilizan las redes sociales como principal medio de comunicación e información. Igualmente, revela la influencia y el poder que tienen las redes sociales para crear tendencias, movimientos y corrientes de opinión, que pueden tener implicaciones en el impacto a largo plazo de Ayuso y su capacidad para movilizar a sus seguidores en futuros proyectos.

Réditos y recompensas a futuro

El impacto de Mourinho y Ayuso no se limita al presente, sino que también se proyecta al futuro. Ambos líderes han sembrado el camino para cosechar réditos y recompensas a largo plazo, que se materializaron en logros más significativos tanto para el Real Madrid y el Partido Popular.

El trabajo de Mourinho en el Real Madrid sentó las bases para que el club volviera a la gloria con La Décima, la Liga de Campeones conquistada por Carlo Ancelotti en Lisboa. El equipo blanco, posteriormente, logró ganar tres Copas de Europa consecutivas, entre 2016 y 2018, algo que ningún otro club había logrado en la historia.

El triunfo de Ayuso en la Comunidad de Madrid ha supuesto un impulso para un Partido Popular que navegaba a la deriva con Pablo Casado. Es evidente que cuanto más ha asumido el partido su discurso mejores han sido los resultados, algo que comprobamos durante la campaña a las últimas elecciones generales, cuando vimos la mejor versión de Feijóo en el debate con Sánchez. El candidato gallego preparó la cita junto al Jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, mostrando su mejor versión y ganándose la aceptación de aquellos que le acusan de tibieza. 

En los meses posteriores vimos cómo desde Génova se alejaron de ese discurso, condicionado por las apariciones en medios de la presidenta de Extremadura, María Guardiola, que sería el equivalente al Jorge Valdano que una y otra vez cuestionaba los métodos de Mourinho por no representar el señorío del Real Madrid. Como dijo Florentino Pérez, en un testimonio recogido en el libro ‘Mourinho, los secretos de su éxito’: “Mou nos ha hecho ver qué es eso del señorío: ¿nos agreden y les felicitamos?”. Nadie mejor que Ayuso ha sabido representar esa misma idea para luchar contra la falsa democracia de Pedro Sánchez: “¡No nos callarán! Nos encargaremos de devolver golpe por golpe”.

“Hay madridistas disfrazados”, decía Mourinho para referirse a aquellos aficionados del Real Madrid que se dejaban influir por el discurso moralista de los medios contrarios, que cuestionaban su estilo de juego y su personalidad. Un caso ilustrativo es el del Secretario General del PSOE de Madrid, Juan Lobato, quien admitió en una entrevista que fue socio junto a su padre durante muchos años del club blanco, hasta la segunda temporada de Mourinho: “Me di de baja porque creo que la falta de respeto no se corresponde con el señorío del Madrid”. De forma parecida, el PP también tuvo – y tiene – a sus ‘populares disfrazados’, esos miembros acomodados del partido que optan por el bienquedismo por miedo a los medios progres. O, en el caso de Pablo Casado, Teodoro García Egea y Pablo Montesinos, gente sin dignidad y escasa de valores que no dudaron en traicionar, calumniar y difamar a la presidenta.

“Mou nos ha hecho ver qué es eso del señorío: ¿nos agreden y les felicitamos?».

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.

Ayuso ha marcado al partido la línea a seguir de no ceder ante el PSOE, como hemos visto recientemente en lo que respecta a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La presidenta ha afirmado en una entrevista que el PP no debe pactar con el PSOE su renovación, porque sería “legitimar el golpe de Estado” que ha dado Sánchez con los indultos a los presos del ‘procés’. Ayuso ha defendido que el PP debe mantenerse firme y no dar oxígeno “al peor Gobierno de la historia de España”. Una muestra más de coherencia con su discurso de defensa de la libertad, la Constitución y la separación de poderes, frente a los cambios de rumbo del PP, que a veces se aleja y otras se acerca al PSOE.

Este contexto político tan adverso para el PP exige una estrategia clara y coherente, que no deje espacio a la duda ni a la contradicción. Reunirse con periodistas del Grupo PRISA y de Ignacio Escolar en plena campaña electoral y pensar que van a respetar unas declaraciones ‘off the record’ es una torpeza máxima que el equipo de opinión sincronizada del sanchismo, junto a sus ‘amigos’ de Vox, han aprovechado para atacar a Feijóo. El PP no puede permitirse cometer errores ni dar bandazos. Sánchez y Vox van de la mano contra el PP, ambos quieren debilitarlos. El PP tiene que hacerles frente defendiendo sus valores y sus logros, y ofreciendo un proyecto ilusionante y solvente para España. Tiene que demostrar que es el único partido capaz de garantizar la libertad, la unidad y el progreso de nuestro país, demostrando la iniciativa y el liderazgo que Ayuso muestra en cada discurso.

Para concluir, podemos decir que Mourinho y Ayuso son dos ejemplos de cómo se puede triunfar en la vida con trabajo, talento y carisma. Ambos han sabido conectar con su público, persuadirlo y sorprenderlo. Ambos han sabido defender sus valores y sus instituciones, enfrentándose a sus rivales con valentía y astucia. Ambos han sabido desafiar al discurso moralista, buscando su propia forma de expresarse y de liderar. Ambos han sabido superar las adversidades, convirtiéndolas en oportunidades. Ambos han sabido inspirar y movilizar a sus seguidores, creando una comunidad en línea que trasciende los límites del fútbol y la política. Ambos han sabido sembrar el camino para cosechar réditos y recompensas a largo plazo, que se materializaron en logros más significativos para el Real Madrid y el Partido Popular. 

Mourinho y Ayuso son dos maestros de la comunicación que comparten muchas virtudes. Por eso, soy fan de ambos. Y tú, ¿lo eres?