En la política española, nadie como Isabel Díaz Ayuso tiene la capacidad para analizar con tanta precisión el panorama político. Sus declaraciones, siempre claras y acertadas, reflejan una visión que ha demostrado ser certera una y otra vez. Recientemente, en una entrevista en La Razón, Ayuso lanzó una frase que no dejó a nadie indiferente: «Algunos en Vox están más centrados en intentar erosionar al Partido Popular que en trabajar para que haya un cambio en España. Ayudan a Sánchez por sistema, algún día sabremos por qué y a cambio de qué».

Esta afirmación nos invita a reflexionar sobre el papel que Vox está jugando en la política española actual. Mientras se presenta como el mayor adversario de Pedro Sánchez, su actitud hacia el Partido Popular parece estar más enfocada en debilitarlo que en construir una alternativa sólida de gobierno. Y esto, como bien señala Ayuso, termina beneficiando al propio Sánchez.

La inmigración: un ataque sin fundamento

Uno de los puntos más conflictivos entre Vox y el PP ha sido la gestión de la inmigración. Vox acusa constantemente al Partido Popular de ser cómplice de la «invasión migratoria», una acusación que, cuando se examinan los hechos, no tiene ninguna base real. El control de las fronteras y la gestión de la inmigración son competencias del Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez. De hecho, el Partido Popular, lejos de ser pasivo en este tema, ha sido claro y contundente en su postura, proponiendo incluso el uso de las Fuerzas Armadas para contener la llegada masiva de inmigrantes.

Pero ¿qué gana Vox atacando al PP por un asunto en el que no tiene responsabilidad directa? Al distorsionar la realidad y culpar al Partido Popular, los de Santiago Abascal no solo confunden a sus votantes, sino que también desvían el foco de atención de quien realmente tiene el poder de tomar medidas: el Gobierno de Sánchez. Esto le ofrece al presidente socialista una ventaja estratégica, ya que puede seguir jugando la carta de que la extrema derecha representa una amenaza, movilizando a la izquierda y fortaleciendo su discurso. Mientras que Vox sigue creando una división innecesaria en el bloque de la derecha, el presidente del los populares, Alberto Núñez Feijóo, trabaja para aportar soluciones en política migratoria. Si hace unos días se reunía con el primer ministro griego, Kyriákos Mitsotákis, hoy lo hace con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Vox, al servicio de Sánchez

Aunque Vox se autoproclama como la única oposición real a Pedro Sánchez, los hechos demuestran lo contrario. En varias ocasiones, ha sido su apoyo o abstención lo que ha permitido al Gobierno socialista sacar adelante medidas clave. En enero de 2021, por ejemplo, Vox facilitó la aprobación del decreto de los fondos europeos, una victoria crucial para Sánchez. Más recientemente, ayudaron a tramitar la ley de planes de pensiones, alineándose con Bildu y permitiendo que el Gobierno avanzara .

A nivel regional, en Madrid, Vox ha bloqueado repetidamente los presupuestos y otras iniciativas importantes del PP, dificultando la gobernabilidad de Isabel Díaz Ayuso. Este tipo de acciones, lejos de fortalecer a la derecha, solo benefician a la izquierda. Como bien ha dicho hoy Ayuso en su réplica a Rocío Monasterio: «Imposibilitan el cambio en España, que es lo que Sánchez sabe. Son presos de sus discursos incendiarios. ¿No se dan cuenta? Van a eternizarle en Moncloa».

¿Por qué Vox ataca al PP?

La pregunta que surge entonces es: ¿qué busca Vox con esta estrategia? Mientras ataca al PP por cuestiones como la inmigración, olvidan mencionar que es el Gobierno central quien tiene las competencias para gestionar este tema. Al atacar a su propio aliado natural, en lugar de trabajar juntos por un cambio, terminan facilitando la continuidad de Sánchez en el poder.

Ayuso, por su parte, sigue enfocada en Madrid y en defender a los madrileños, dejando claro que no tiene tiempo para batallas de egos. Su prioridad es ofrecer soluciones reales y efectivas a los problemas de los ciudadanos, mientras otros se entretienen incendiando el debate sin aportar nada constructivo.

Reflexión final

Las palabras de Isabel Díaz Ayuso deberían hacernos reflexionar: ¿quién está realmente trabajando por el cambio en España? La presidenta lo tiene claro, y su visión ha sido siempre acertada. Ahora la pregunta es: ¿podrá Vox dejar de lado su ego y sumarse a este esfuerzo?